miércoles, 7 de marzo de 2012

Todovalmar

En la era de acuario lo escondido se expone, lavando la escoria entre cerros se enclava y filtra en la grava su oximorónico nombre. Cada metro de cuenca recoge los turbios elíxires, y los plasma en red llamando a concurso; se apodera un experto para que nadie los plagie. Se apremia el perdido, se patenta el escrito, se publica el librito; nadie protesta, todos felices, así lo sucio se lava bien bajo las raíces. Riqueza y cultura dos primas lejanas, de espaldas a la montaña se ríen silenciosas mirando a la mar.

Lifting

Carrera Pinto estaba reseco, llevaba como 30 años en circulación y otros debajo de un vidrio en la caja del almacén. Hace tres años le chantaron un billete coreano al lado, cero comunicación. Más allá en la fila, la calva de Prat le enviaba reflejos en morse. Aprovecharon un descuido y se deslizaron hasta quedar colgando, esperando el momento preciso para saltar a la mochila de un pingüino y cambiar de giro al bar de la esquina. Allí conocieron a los nuevos de plástico, inmunes a la rejuvenecedora aureola del tinto en caña, pero mejor adaptados al lavado de dinero.

miércoles, 19 de enero de 2011

NIHSS19

Cruce de los hemisferios, tras accidentarse la arteria media, avanzamos a la velocidad de un pestañazo. El viaje es largo, hilando pensamientos oscuros, bordándolos de luz. Es la Maratón más linda que me toca acompañar, de la mano vamos bien.

miércoles, 14 de julio de 2010

Lucrecia

Tener fines de lucro es muy aceptable hoy. A mi me parece repudiable, obsceno. Las organizaciones sin fines de lucro aparecen alimentadas por el altruismo de otros enriquecidos al alero del mercado, o simplemente como mal administradas, generando pérdidas que otros pagan.
Intentaré desarrollar el argumento de que tener fines de lucro y aceptar al Mercado como eficiente asignador de recursos son contradicciones flagrantes de hoy.
Las prestigiosas Escuelas de Negocios enseñan a encontrar la brecha donde el mercado no funciona bien y genera utilidades (=lucro), en una forma parecida a como las Escuelas de Leyes enseñan a aprovechar las falencias de la ley para hacer que el culpable aparezca como inocente. La última es menos repudiable, ya que las leyes sociales son perfectibles y en permanente evolución, producto de acuerdos entre personas. Elevar, en cambio, las propuestas de Adam Smith y Milton Friedman al nivel de las de Darwin, es vendernos por ley algo que encierra una contradicción intrínseca.
Déle vueltas Ud Sr(a) lector(a), ya revisitaremos el tema.

jueves, 13 de mayo de 2010

Conplasma Señor, conplasma (del terremoto al mundial, ¡salto cuántico!)

Varias veces me pregunté qué pasaría si hubiera un terremoto en este momento. Casi lo invocaba para ver qué pasaría. ¿Seríamos capaces de actuar solidariamente como antes cuando todos nos volcábamos en conjunto a recuperarnos del golpe? Al principio me pareció que sí, no todo estaba perdido. La próxima pregunta sería por cuánto tiempo. Duró poco. En el ideario hedonista de hoy todo dura poco, se va rápido por el camino a la gravilla del desierto. Saldamos la deuda con los más afectados, los mismos que siempre pierden como dice Drexler, eligiendo comprar la pantalla plana (nos encanta esto de "plasma" por tener este cuarto estado de la materia funcionando frente a nosotros ¡qué moderno! vamos en la cresta de la ola) en una y no en otra multitienda, y de pasada con ello vengamos (o pisoteamos sin quererlo) a Los Jaivas en su ultraje. Saldados y tranquilos nos quedó la pantallita o su equivalente. Ahora esperar pacientemente el Mundial.

El '62 nos demoramos dos años en reponernos del terremoto de Valdivia. ¡Valga decir que lo organizabamos! Esta vez fue un poco más rápido.

martes, 6 de abril de 2010

Efis

Recuerdo una clase de alimentación en que se nos hacía discernir entre eficacia y eficiencia. Matar moscas con dinamita es eficaz, pero las agroquímicas ganan sus lukas vendiendo piretroides; menos daño al entorno en el corto plazo (aunque nunca sabremos si el no batir de las alas de la mariposa del tsunami, muerta por el eficiente piretroide, acarreó cambios desastrosos).
Después del terremoto del 27 de febrero pasado, las comunicaciones colapsaron durante dos días, trayendo caos e incertidumbre cuyo costo es difícilmente estimable; una ineficacia atribuible a la eficiencia de las empresas de celulares. Naturalmente el costo de contar con personal y equipos que asegurase el funcionamiento de plantas y antenas tras un corte prolongado de electricidad habrían tenido que pagarlo los usuarios. No se le puede pedir eso a una empresa privada, sería contradictorio, pero si a una pública. Imagine la ineficacia de una marina o un ejército eficiente. Más de alguien lo dijo a los tres o 4 días cuando ya nos recuperábamos de mazazo y el vahido: ¡ojalá nadie nos declare la guerra en este momento! Al final no hay mayor ineficiencia que no cumplir el objetivo.
Así entonces, argumentando como lo hace Edgar Morin, tal como el revés de la eficacia es la ineficiencia, el de la eficiencia es la ineficacia ... y este Gobierno pone todo su empeño en construir un Estado eficiente.

lunes, 5 de abril de 2010

Patas donde van antenas (la mutación de la mosca)

No sé qué es más obsceno, honestamente, que un "aifoun" valga tanto como lo que gasta una familia entera (promedio) en vivir un mes, o que cueste tanto para una familia (promedio) vivir un mes.